top of page

Reales, mi primer proyecto fotográfico 

A lo largo de mi vida he atravesado como mujer, momentos de dolor vinculados exclusivamente a mi cuerpo y a mi manera de verlo. Compararlo, lastimarlo o odiarlo eran para mi de las cosas más comunes. Taparlo, esconderlo o sentirme molesta por portarlo también. Claro que mi pesar no es original ni único, no pretende serlo. En ese momento yo solo me miraba a mi. Estaba muy ocupada en mi incomodidad como para darme cuenta que en realidad, las otras mujeres, con las que yo me comparaba, también estaban preocupadas y tristes por el suyo. Yo de esto no me di cuenta sola. Las mujeres de mi familia, mis amigas y mis compañeras también lo vivieron: por eso es tan importante que las cosas cambien y seamos protagonistas nosotras. En las charlas. En los medios. En las películas. En el arte. En el mundo. 

Después de años, decidí reconciliarme conmigo. No merezco reconocimiento. No fue por mi amor propio. Fue porque otras, otros, me dieron su corazón y ayudaron al mío que estaba herido. Fue porque otros, otras, me quisieron así. Porque el que no se quiere a sí mismo, merece que lo quieran más. 

Este proyecto fue pensado en ese marco. Retrate a mis amigas, a mis compañeras de trabajo, a mujeres que conocí en algún momento que lo aceptaran. En la comodidad de sus casas, con ropa que les quede cómoda, como ellas lo deseen. El resultado fue muy satisfactorio para mi. Cuando pasaron los años, pensé que las fotografías o la idea en general podía ser tomada como superficial. Pero aún hoy lo defiendo. Yo nunca voy a creer que el cuerpo de la mujer determina su valor o su belleza. Pero, habitarnos en paz es el primer paso para reflexionar sobre todo lo demás.

bottom of page